Probablemente sea cierto: Racing no tiene la popularidad de Boca y River, los dos equipos más grandes de Argentina. Pero la “Academia” tiene, igualmente, una gran cantidad de fanáticos a lo largo de todo el país. Y ayer, los cientos de hinchas tucumanos del equipo de Avellaneda festejaron la consagración en la Copa Sudamericana, que cortó una sequía de más de tres décadas. Algunos lo hicieron en la Plaza Independencia, y otros directamente en Paraguay, en las tribunas de la Nueva Olla, estadio donde el equipo de Gustavo Costas derrotó a Cruzeiro para quedarse con el título.

“Soy el hombre más feliz del mundo”, aseguró Carlos “Mono” Soria, vecino de Barrio Echeverría, y uno de los tantos que se acercó al microcentro tucumano para festejar. A los 66 años, Soria volvió a darse el gusto de ver al equipo de sus amores alzar un trofeo internacional.

Soria contó que estuvo con su hermano Víctor en cancha de Vélez el 27 de diciembre de 2001, cuando la “Academia” de “Mostaza” Merlo se consagró campeón del fútbol argentino, cortando una sequía de 35 años. Ayer, le tocó celebrar a la distancia, pero con la misma pasión y emoción. “Ser de Racing no es para cualquiera, de Racing se nace”, aseguró Soria, que contó que heredó el fanatismo de su madre Lidia Castro, a quien recordó con la emoción a flor de piel. “Me gustaría abrazarla y agradecerle”, dijo Carlos, antes de confesar que tuvo una especie de visión antes de la final, que se terminó concretando. “Soñé que iba a hacer un gol Roger Martínez”, dijo Soria. Dicho y hecho: el colombiano terminó marcando el gol que sentenció la consagración de la “Academia”.

María Elena López, de 60 años, llegó a la plaza acompañada de muchos familiares: su esposo Ramón Gutiérrez, sus hijos, su ahijado, su hermana, su sobrina y sus nietas. Con indumentaria celeste y blanca, y con banderas, se sumaron a un festejo a todo color junto al resto de los fanáticos “académicos”.

EN FAMILIA. María Elena López junto a toda su familia, unidos por el fanatismo por Racing. LA GACETA / Foto de Antonio Ferroni

“Llevamos el ADN de Racing dentro de nuestra sangre. Es algo inexplicable y hermoso, no hay palabra para describir lo que se siente”, relató López, que reveló una infidencia de las horas previas a la gran final. “Lo tuve a mi marido  toda la mañana con un té de tilo porque estaba muy ansioso”, aseguró. De hecho, cuenta que la pasión por Racing comenzó cuando conoció a su esposo, cuando ambos tenían 15 años.

Además, López, igual que Soria, recordó que estuvo presente en la consagración del 2001 en cancha de Vélez. “Salimos en el diario Olé”, aseguró. “No se puede explicar lo que estamos viviendo”, concluyó, antes de seguir festejando.

Testigos de lujo

También hubo fanáticos tucumanos que estuvieron en Paraguay, y disfrutaron del título en el lugar de los hechos.

Matías Rodríguez, ex piloto de Turismo Nacional, viajó hasta Asunción junto a sus padres, Martín y Mabel, quienes le legaron la pasión por la “Academia”. “Toda la familia es de Racing”, aseguró Rodríguez. Claro, ese fanatismo que heredó lo traspasó también a su hija y a su mujer.

La tarde, señaló Rodríguez, no fue sencilla. Las altas temperaturas fueron una complicación para los miles de argentinos que llegaron a tierras guaraníes. “Fue durísimo, mis dos padres se desmayaron. Fue inhumano hacerlo a las 17, nosotros entramos al estadio a las 14, con 38 grados”, contó el automovilista tucumano. Sin embargo, todo el sacrificio terminó valiendo la pena. “Por suerte terminamos festejando y coronando. Me di el gusto de invitar a mis viejos para vivir esta experiencia inigualable e impagable. Estoy muy feliz de compartir esta alegría con ellos”, cerró Rodríguez, con una emoción incontenible.

LA GACETA / Foto de Antonio Ferroni

Matías Alderete, pese a sus 70 años, también decidió viajar hasta Paraguay para ver la final, acompañado de su hijo Alejo y de su nieto Lautaro. Juntos, recorrieron los pocos más de 1000 kilómetros que separan Tucumán de Asunción en su vehículo particular. “La pasión por Racing viene de familia. Mi nieto me acompaña a todos lados”, contó Alderete, presidente de Juventud Unida de Tafí Viejo, desde Paraguay, donde pudo darse el lujo de festejar en familia, igual que lo hicieron cientos de fanáticos en Tucumán.